Notas sobre la gestión urbana del Quadrant de Regent Street (esquema para la clase del 30 de abril de 2008)
Para el estudio de la gestión urbanística es necesario, imprescindible, conocer, siquiera sea brevemente, el episodio de Regent´s Street, donde un sesentón John Nash se encargó de aplicar todo un manual de oportunismo sin prejuicios que no sólo no mermó la calidad final de la nueva calle, sino que sirvió (tornando la necesidad en virtud, y contando con una gran habilidad del arquitecto) para hacerla ganar amenidad.
1. El periodo de la Regencia del Príncipe de Gales (luego Jorge IV), que se extiende entre 1811 y 1820, junto con los diez años posteriores del reinado, fue propicio para las obras públicas y metropolitan improvements. Libres de la amenaza napoleónica, se acumulan entonces los proyectos. Se planificó hacer de Londres una magnífica capital, que pretendía hacer sombra a París. La principal baza de este plan estaba en la reversión a la Corona de los terrenos de Marylebone.
2. Un personaje: el Regente. No son posibles los proyectos de envergadura sin la presencia de promotores entusiastas. En este caso la figura del Príncipe que, aunque extraño y excéntrico, y también obstinado, era un gran patrón para las artes, con un gusto excelente (se dice que su autor favorito era Jane Austen). El episodio que comentamos es un caso particular del condicionamiento ejercido por la propiedad inmobiliaria sobre el desarrollo urbanístico, y especialmente significativo porque se relaciona con una empresa dirigida por la propia Corona (con notables intenciones especulativas).
3. Un arquitecto: John Nash. Fue el responsable de las grandes obras de la Regencia. Tenía entonces más de 60 años, y una amplia experiencia en trabajos como constructor. Nació en Londres, y trabajó con el arquitecto Robert Taylor. Luego fracasó varias veces, como arquitecto y como empresario. Heredó una fortuna, se fue a vivir a Gales y acabó con todo su dinero, invirtiendo equivocadamente. Se declaró en quiebra en 1783, y tuvo que volver a trabajar como arquitecto (la felicidad nunca es completa). Regresó a Londres, y trabajó con el paisajista Humphry Repton. En 1806 aceptó, junto con su dibujante Morgan, el puesto de Architect to the Woods and Forests. Y en 1811 fue llamado por el Regente para trabajar en los nuevos proyectos.
4. Dos proyectos enlazados. El encargo del Regente era doble. Por un lado, parcelar Marylebone, una gran propiedad real situada al norte de la ciudad, donde en esos años expira la enfiteusis constituida. Por otra parte, trazar una nueva vía, una arteria norte-sur que, abriéndose entre el caserío existente, conecte la residencia real de Carlton House (situada junto al Támesis) con una nueva residencia suburbana que ha de erigirse en Marylebone. Una calle para unir dos parques. Este enorme esquema tomó un poco más de 15 años para completar
5. El epidosio de Regent´Street. Desde el primer momento se planteó con el objetivo, además, de enlazar los barrios altos con los equipamientos y oficinas públicas de Westminster. Y de ofrecer “un límite y una completa separación entre las calles y las plazas ocupadas por la nobleza y la alta burguesía, y las calles estrechas y las modestas casas ocupadas por los operarios y los comerciantes de la comunidad, quienes no tienen otra cosa que hacer más que pasear y divertirse (...) las balaustradas sobre las columnatas formarán balcones para las estancias de las viviendas situadas encima de las tiendas, desde las que los residentes podrán contemplar la calle y conversar con quienes pasen por debajo en sus carruajes, lo que aumentará la amenidad de la escena”, como dice el propio Nash en uno de sus informes.
6. Primeros proyectos. Tratan de imitar las soluciones de París (sobre todo, Rue Rivoli). Más adelante se va atenuando la monumentalidad del proyecto, si bien se siguen manteniendo los cánones compositivos clasicistas. El trazado, sensiblemente recto, o de tramos rectos articulados.
7. Varios ajustes. El origen y el destino eran fijos y sin discusión. Pero el trazado podía variar. Y efectivamente siguió las líneas de menor resistencia del tejido urbano y mejor adaptación a la situación (económica, social, política) existente. Un ajuste muy conocido: el gran arco (la curva, el Quadrant) al norte de Piccadilly Circus viene determinada por la imposibilidad de adquirir los inmuebles de esta calle que habría que demoler. Así de fácil: demasiado caros, se cambia el trazado. Otro ajuste importante: la solución del nudo de Langham Place, donde un propietario irreductible (que para dificultar las cosas aún más, compró el terreno vecino) no acepta que su finca sea atravesada por una calle recta, que además afectaría a su mansion house de Cavendish Square; ni por una calle curva, que afectaría a las construcciones traseras de la misma finca. En consecuencia, todo el trazado se desplaza hacia el este.
8. Resultado final: las conexiones. En lugar de una calle recta de punto a punto se forma un sistema articulado de diversas piezas. Los puntos de conexión son puntos de giro, y se diseñan por lo general a partir de una base circular (ahí está el semi-circus de Portland Place) o achaflanado de ángulos en los ejes principales. Con carácter aúlico, Waterloo Place. Algunos de los goznes menores juegan un papel clave, como la Hanover Chapel o la All Souls´ Church.
9. Resultado final: la arquitectura. Bloques rítmicos y secuencias articuladas, buscandoa la vez el pintoresquismo y las simetrías. Trazado el Quadrant, y “convencido de que esta parte del trazado ha de tratarse de modo tipológicamente unitario y no puede ser objeto de compromisos ni de impropias aproximaciones funcionales, Nash asume por sí mismo la responsabilidad de la empresa, con la ayuda de otros financieros-especuladores” (Paolo Sica).
10. El empirismo urbano. El resultado de esta operación muestra la capacidad de un sistema y una tradición para afrontar estas empresas mediante “una serie de inteligentes compromisos”. Las resistencias de la realidad (esas resistencias con peso económico y político, naturalmente) producen “un sistema de ajustes, de pasos obligados, de búsqueda de la línea de menor tensión y de antiacadémica ingenuity que constituye uno de los rasgos de las mejores experiencias inglesas”. Tanto es así que bien pronto le fue aplicada la misma técnica a la calle recién estrenada. En 1837 se demolió la Carlton House. Se elevaron alturas y se desmantelaron los pórticos del Quadrant. Y en 1886 se abrió una nueva calle en Picadilly Circus. Empirismo, empirismo.
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Para las asignaturas de “Planeamiento de Nuevas Áreas” y “Gestión y ejecución del planeamiento” de la Escuela de Arquitectura de Valladolid
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