Aspiración. Este blog pretende la convivencia de algunos términos dispares: urbanismo, enseñanza, sostenibilidad, África, social, gestión, Valladolid, poética, planeamiento, café, imágenes, profesión, ciudades, salud, años 50, paisaje, economía, crítica, tecnología, vivienda, democracia, proyectos... En esta nueva etapa del blog se irán incorporando poco a poco y una a una estas categorías, por ver si es posible que compartan piso, como estudiantes (erasmus) en buena compañía. No será sencillo, pero si alguno va a facilitar la convivencia a los demás, ése será la poética. Porque es de buen contentar. Al fin y al cabo ya dijo César Simón que “la poesía constituye, en primer lugar, una actitud y una aspiración”. A la poesía casi le basta con aspirar a la poesía.
Sentido. Kevin Lynch ha sido un urbanista desaprovechado. Se ha utilizado, hasta la saciedad, el pequeño catálogo de elementos de la ciudad que publicó en 1960; pero se ha obviado su esfuerzo posterior por ordenar al completo el confuso caudal de las ideas urbanísticas contemporáneas. Era un buen tipo que buscaba "la buena forma de la ciudad". Y así sugería que la forma urbana debería tener "sentido", ser claramente percibida e identificada, y fácilmente relacionada en el tiempo, el espacio y los valores de nuestras vidas. Instaba, modestamente, a la congruencia, al ajuste entre lo espacial y lo verbal. Que la calle de los Alamillos tenga álamos (que no los tiene). Que en Olmedo haya bosques de olmos (que no los hay), y que viva ella en la calle de la Niña Guapa (que no vive allí). Poesía es la verdad de la palabra: la que nos mueve en la palabra “calle”, la que nos convoca en la palabra “plaza”.
Ritmo. Si al pasar junto a un parque donde toca la banda la gente, hasta entonces sumida en la seriedad, adapta inconscientemente el paso a la melodía y su aspecto general parece refrescarse, es porque le ha asaltado la canción y la cadencia. Así funcionan la música, los poemas y los parques: manejan a los ciudadanos, los llevan a su mundo y les corrigen, mientras dura el efecto, sus propias leyes. Según Octavio Paz, "el ritmo es un imán", y "la creación poética consiste, en buena parte, en la voluntaria utilización del ritmo como agente de seducción". Poesía es ritmo, y ataca por la espalda.
Pérdida. ¿Por qué la pérdida tendrá tanto prestigio? El Kilimanjaro pierde la nieve y se ve más poético que nunca. ¿Tan importante es la nieve? ¿Es más sugerente la Praga nevada de Ripellino que la Praga limpia de los constructores? El poeta mexicano Mario Payeras hablaba en su “Kilimanjaro” de “esa región de las nieves perennes que añoran en su vejez los elefantes”; esa región a la que viajaremos “con el secreto dolor de que no habrá regreso a ninguno de los sitios en que fuimos felices”. ¿Estás seguro, Mario? Poesía es recuerdo, sí. Pero ¿también tiene que llevar consigo el dolor de la ausencia?
Contemplación. Al parecer “Santa Teresa decía que se pasaba muchas horas contemplando lo que es el agua”. De ella no me extraña. Pero lo cierto es que también otros poetas dicen estar a gusto simplemente mirando. Qué raros son. ¿Serán todos como monjas? Las ciudades, como las personas y los frutos, empiezan a madurar cuando concluye el crecimiento (invariablemente violento) y se inicia la combustión interna. Al fin y al cabo, madurar es administrar la decadencia. Es civilización (nunca violenta). Y gusta de la poesía, porque la poesía es también aceptación. Las nieves se deshacen, pero siempre nos quedará la montaña.
(Publicado inicialmente el 03-10-07).
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