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02.03.08


Está muy verde
Permalink por Saravia @ 16:39:05 en Valladolid -> Bitácora: Plaza

Comentarios sobre el proyecto de intervención en el Cerro de las Contiendas de Valladolid

Imagen del paseo por el Cerro de las Contiendas del 4 de julio de 2007, organizado por Ecologistas en Acción de Valladolid (Imagen de su página web nodo50.org/ecologistas.valladolid)

Pero mucho, mucho. Muy verde. El proyecto de intervención en el Cerro de las Contiendas de Valladolid, que se ha presentado el pasado 21 de febrero y se encuentra expuesto en el Pabellón de Cristal del Campo Grande (hasta el 14 de marzo) y disponible en esta página web, no sólo está inmaduro para poder valorarse en algunos aspectos fundamentales, sino que además, aún en su embrión rudimentario, presenta signos preocupantes. De seguir adelante sin modificar sustancialmente el planteamiento de origen y algunas de sus propuestas, acabará siendo una nueva oportunidad perdida para la racionalización urbana de la ciudad.

[Mas:]

De qué va

El denominado oficialmente “Parque Forestal Cerro de las Contiendas”, cuyo esbozo de ordenación (pues no es más que eso: desde luego no es un proyecto) se ha hecho público recientemente, ocupa una superficie de 66,16 hectáreas; y la intervención prevista (que financiarán el Ayuntamiento y la Junta) tendrá un coste de 4,2 millones de euros. Se organiza (líneas, superficies, puntos) por medio de 8 itinerarios, 6 zonas diferentes y 3 nodos o puntos de atracción. Los itinerarios son temáticos: uno es “geológico”, otro “gipsícola", otro más “de los paisajes vegetales”, un cuarto “para bicicleta de montaña”, otro “mirador”, “de los frutales y el calendario floral”, “biosaludable” y (atención) de los “accesos principales”. Varios de ellos coinciden y se superponen en algunos tramos. Sorprende un poco, desde luego, esta fórmula, que será eficaz como mecanismo publicitario, pero que te deja en ascuas sobre la estructura de funcionamiento del conjunto. No se dice cuáles son los “ejes principales”, pero al hablar, más adelante, del diseño de la “plaza del kiosco” nos enteramos de que esta plaza se sitúa “en el punto de confluencia de los tres ejes principales del parque”. Algo es algo.

Toda la superficie del parque está distribuida en seis zonas diferentes. La mayor es la denominada “forestal”, que ocupa fundamentalmente las laderas. La segunda en superficie es “la dehesa”, que mira hacia Villa del Prado y Parquesol, y donde se propone el circuito “biosaludable”. Arriba van tres zonas más: el “jardín del páramo”, el área de “frutales y calendario floral” y el “jardín aterrazado”. Y por último, una sexta zona que se divide en tres áreas. Es la denominada de las “fachadas urbanas”, y comprende las bandas de contacto con los barrios adyacentes de Girón, La Cumbre y Villa del Prado. De la ordenación de cada una de estas zonas se dice bastante poco, aunque en el caso de las “fachadas urbanas” se llegan a concretar algunos recorridos internos, áreas de juegos y aparcamientos.

Por último contamos con los tres puntos de atracción que dijimos antes. Uno, la “plaza del kiosco”, de la que sabemos será elíptica y con un edificio octogonal, “con cubierta de madera inspirada en una rosa de los vientos asimétrica". Al leer la descripción de esta pieza se nos informa de que el viento es “uno de los elementos protagonistas del Cerro”: ya van saliendo cosas. La “plaza del teatro”, por su parte, consiste en un anfiteatro formado en una ladera para “diferentes manifestaciones culturales”. El último elemento es el denominado “Banda literaria”, que comienza en “el paseo literario” (del que no se vuelve a hablar) y que consiste, si lo hemos entendido bien, en una serie de bancos y pavimentos sobre los que se grabarán textos “que giran en torno a los árboles y los bosques”. Hay que reseñar que en el croquis de ordenación aparece también un punto (en el jardín del Páramo) denominado “zona de cometas”; un “río” muy poco definido; y en la Dehesa aparece otra mancha de color, de la que en ningún lugar se explica su significado.

Se acabó. Eso es todo, amigos. Hemos entrado en la web, hemos estado en el Pabellón de Cristal y hemos visitado el terreno (con Paco y Fernando). Y las sensaciones que nos ofrece la propuesta no acaban de ser buenas.

Qué informaciones faltan

Por de pronto, un parque de esta envergadura debe estar contemplado en el plan general de la ciudad en que se encuentre. No puede ser indiferente a lo que sucede en el resto de la ciudad, ni puede plantearse como algo ensimismado, encerrado en su propio espacio. ¿Lo hace? Veamos. El plan general vigente regula el parque en el artículo 103.2 de su normativa, donde se dice, escuetamente (pero con toda precisión), lo siguiente: “Las condiciones del `Parque de las Contiendas´ son las expresadas en Plano y Memoria del Plan de 1996”. Por tanto, hemos de ir al plan anterior, que afortunadamente todavía está disponible en la red, en la página web de la Junta de Castilla y León. Puede consultarse aquí (punto 3.4.8 de la Memoria y planos hojas 38-5, 38-10, 29-1 y 29-6). Y lo que nos encontramos son unas condiciones que sólo en parte se han cumplido. Pues no puede decirse que se haya atendido, por ejemplo, a las exigencias de “reforzar el carácter metropolitano” del parque (no se ha atendido, siquiera, como reclaman los promotores del “anillo verde” de Valladolid, a dar continuidad a los carriles bici), o algunos elementos de los accesos y relaciones con las áreas urbanas anexas. Como ya nos tiene acostumbrados este Ayuntamiento, el plan general parece que es un documento “orientativo”, o algo parecido, que sólo vincula cuando interesa.

Mas no sólo falta la justificación de la propuesta de tratamiento del parque en relación con la ordenación general de la ciudad, sino que tampoco sabemos nada de cómo se ha planteado su ajuste a la naturaleza, al lugar, cuáles son los datos más relevantes del terreno, del uso actual del parque, de las condiciones medioambientales (el enorme rumor del tráfico que lo domina todo, incluso –o especialmente- en los miradores altos; los olivos que ni se nombran en el proyecto, etc.). Y sin embargo, sabemos que “sólo puede hacerse una aproximación a un diagnóstico ajustado si se parte de un estudio profundo del medio” (Pedro J. Salvador, La planificación verde en las ciudades, Barcelona, G. Gili, 2003). Tampoco existe información alguna sobre infraestructuras: el alumbrado, la energía, el riego o el saneamiento, ¿cómo se plantean? Qué va a ser de la enorme antena que todo lo domina y de la que nada se dice. Cómo se va a integrar el parque con el depósito de agua. Silencio.

No se trata de reclamar más y más información de manera gratuita, por capricho. Se trata, por el contrario, de conocer unos datos esenciales para poder evaluar la propuesta. ¿No se pide participación? Pues la participación no puede organizarse de una manera tan frívola: vean estos dibujos, dígannos qué se les ocurre, una tirolina por aquí, una pared de escalada por allá, un ascensor para los ancianos, un recorrido de aromas castellano-leoneses o un largo paseo con el Quijote escrito en el pavimento. ¿Para qué vale todo eso, planteado así, como ocurrencias? Quedaría un parque que no sería más que un patchwork de gracias, ingenios y caprichos. Que son cosas que pueden estar bien, no lo dudamos. Pero sólo si se integran en una propuesta general de intervención mejor planteada.

En qué falla el planteamiento

Según Jesús Enríquez, concejal de Desarrollo Sostenible, esta intervención “será el proyecto más ambicioso de este mandato en materia de medio ambiente”. Pues hagámoslo bien. Aparte de cumplir con lo exigido en el planeamiento, y respetar (más aún: enfatizar) la dimensión metropolitana del parque, su incorporación a un sistema de parques de Valladolid y entorno; y de aportar suficiente información para poder ser evaluado. Aparte de conocer cómo ha de ser su ajuste al lugar (y su "alma", su "sentimiento del infinito", como decía R. Assunto), y cuáles serán sus infraestructuras, y aparte de tener suficiente información sobre la estructura de funcionamiento, el carácter de las distintas vías, etc.), el parque debe estar bien dirigido a las necesidades de la población que se supone hará uso de él.

Lo cual no es tan inmediato como se sugiere desde el folleto del Ayuntamiento. Pues en la ciudad hay distintos grupos sociales con diferentes demandas, gustos y capacidades, que no conocemos. Y es preciso aceptar, como cautela previa, "que existen riesgos potenciales de exclusión, si no se toma en cuenta a grupos vulnerables a los que tradicionalmente no se les ha reconocido su derecho de uso recreativo, como mujeres, etnias/razas, homosexuales y personas con discapacidades o necesidades especiales” (Ramiro Flores-Xolocotzi y Manuel de Jesús González-Guillén, en su artículo sobre “Consideraciones sociales en el diseño y planificación de parques urbanos”, en Economía, Sociedad y Territorio, nº 24, 2007). ¿Estamos seguros de que lo más necesario para la ciudad es un parque como el que se nos ofrece ahora, "con una amplia gama de actividades recreativas, eco-educativas, deportivas, lúdicas y culturales", según reza el citado folleto? ¿No se ha planteado el parque pensando sólo en un tipo determinado de población, en una parte de la población vallisoletana? ¿Es esa población la que más necesita el parque?

Para conocer las diferentes demandas es necesario, insistimos, organizar bien la participación. “Ya estamos otra vez con la participación”, parece que les oigo. Pero efectivamente, el acierto en el diseño de un parque de estas características depende de una buena participación. Flores-Xolocotzi y González-Guillén lo dicen expresamente: conviene “valorar las bondades de la participación ciudadana como un mecanismo que, aun con ciertos requerimientos y riesgos, pudiera facilitar el desarrollo consensuado de programas de creación, desarrollo, manejo y asignación de usos diversos” de los parques urbanos. Es una lata, la participación (cuesta tiempo y dinero; cansa); pero es necesaria. Grupos de gente diciendo esto y aquello, que no se ponen de acuerdo y pueden acabar como en una jaula de grillos. Vale. Pero ¿de qué otra forma pueden conocerse las demandas diferenciadas? ¿Lo sabe el concejal? ¿Quizá algún familiar, amigo, consejero? ¿Basta con el pabellón de Cristal y la página web? ¿Es suficiente con el “buzón de sugerencias” que critica Jesús Anta?

Es urgente una buena participación, para dar voz (en serio) a los grupos que han mantenido vivo el parque durante tanto tiempo (ante la desidia municipal). Y para disipar también las sospechas de que algunas empresas (digamos nombres: Tracsatec, Eulen) podrían ser las verdaderas interesadas en el diseño de un parque como el que se propone ahora.

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Comentarios, Pingbacks:

Comentario de: don corralo [Member]
Buenas.
Coincido en gran parte de la exposición, la cual parece resumirse en la petición de mayor información y transparencia en el proyecto.
Pero os expongo otras miradas. Fundamentadas en primer lugar por el tipo de formación (geografía) y por la poderosa duda que me precede para poder asegurar que el mal denominado Cerro (Terraza) de Las Contiendas haya sido en alguna ocasión un espacio de recreo forestal hacia el cual haya que elaborar un proceso de recuperación como parte urbana.
Desconfío (y reniego) de las intervenciones y de los planeamientos urbanísticos en espacios, digamos, cuasi-forestales. El ansía urbanita entra en perjuicio de lo que es la llamada naturaleza.
Pero el Cerro de las Contiendas, gran parte del cual fue parte de la Granja ‘José Antonio’ y de la finca Labarga (años 30) siempre ha tenido un marcado uso agrícola: viñedos y olivares en la solana del mismo (este) daban paso a cultivos de secano con un carácter de subsistencia. Las laderas inaccesibles para el laboreo, a la vez que totalmente desnudas y erosionadas tras siglos y siglos de presencia humana en el valle, fueron intervenidas por el plan forestal que a mediados del siglo pasado cubrió de pinos silvestres muchas laderas de las terrazas fluviales que el Pisuerga nos ha ido cediendo en este entorno. Con mayor o menos acierto el proceso repoblador surgió efecto y hoy tenemos un pequeño rodal en la parte sur de la terraza que ha resistido (un hurra por las pirófitas) casi un incendio por década, visibles sobre todo en la parte sureste en la zona del paraje de la cueva (Sí, en el cerro hay una pequeña cavidad de unos 15 metros de profundidad).
Pasan los años y los almendros y pinos se mantienen. La ciudad, que siempre dio la espalda a estos parajes, comienza a desarrollarse. El cerro de La Gallinera se urbaniza (se dió en llamar por obra y presión de la constructora y sus pijos propietarios como Ciudad Parquesol… que desfachatez). Algunos temen por el futuro urbanita que las otras dos terrazas que circundan la ciudad puedan tener. 20 años después de Parquesol se renuevan los procesos especulativos. La presión humana (no en mayor número pero si más capitalizada) aboga por el control urbano absoluto. No hay que dejar espacios ingobernados. ¿De qué nos sirve el urbanismo si no hay algo que podamos urbanizar?
A por el PGOU del 96.
Acaba el siglo y se nos viene una desatada eco-presión, auspiciada por una nueva burguesía que desde hace unos años está trasladando y renovando el poso social de corte agrícola que antaño tenían los Barrios de Girón y (la gran olvidada de este artículo) de La Maruquesa). Además, y gracias a la reconversión de usos del suelo que ampararon, reforma tras reforma, desde el propio plan, se invaden con nuevos barrios de clase media-alta el antiguo Caño Morante (se vuelve a bautizar con otro nombre) y la ladera norte de Las Contiendas (Las Cumbres lo han dado en llamar). Sobre estos proyectos se ciñen otras intervenciones dotacionales como son el Depósito de Aguas y el nuevo cementerio municipal. Entre medias de ambos se sitúa la antigua antena repetidora de TV (qué bien se veía la tele en los 80) y la residencia de ancianos de la Diputación.
Elementos necesarios, sin duda. Entre medias queda “lo forestal”. Y aquí entran en jaque las asociaciones de vecinos del entorno del cerro, demandantes de nuevas áreas de recreo. Pero de un recreo controlado y excluyente (no puedo estas más de acuerdo). El Ayuntamiento se equivocará si las hace caso… de paraje natural (con un grado medio alto de intervención humana) pasaremos a un parque urbano más, a un anodino y caro de mantener parque urbano. Pero el Ayuntamiento sabía que, en realidad, esa presión conservacionista encierra una presión por amparar la tan acuciante seguridad de los conciudadanos: http://tinyurl.com/2lto7k Los bosques (los no controlados) siempre han sido espacios donde se escondían los más peligrosos maleantes y asaltacaminos. Quizás por ello siempre es prudente pasear con una vara de avellano…
Pero pajas mentales aparte, todavía queda un poso de esperanza para aquellos que abogamos por el No Intervencionismo.
Un espacio del que no se habla en este largo artículo del urblog, el cual también está siendo parte de un proceso de recuperación con una pizca de intervención: La Fuente el Sol – La Maruquesa. Recomendable su visita en estos días en donde se están llevando a cabo todos los trabajos.
Unos 300.000 euros, financiados por La Caixa, amparan un plan de reforestación que por el momento está bastante bien pensado: pino piñonero sumado a quejigo, encina y jara para un enriquecimiento del sustrato natural. A ello se suma la ubicación de numerosos espacios para la protección y el cobijo de aves y la señalización de las Sendas de Gran Recorrido que nacen en este paraje. La idea, supervisada por el consejo de medio ambiente del Bº de la Victoria (ojo, el único barrio que lo tiene puesto en marcha), es un ejemplo a seguir. Se han frenado las pretensiones urbanizadoras.

Claro, que luego hay que mantenerlo… y en ese apartado entra de lleno el Ayuntamiento de Valladolid. La figura más siniestra de todo este proceso…
De momento, el que esto suscribe está, como vosotros, ojo avizor muy pendiente de cómo se sigue desarrollando el proceso… Tanto Las Contiendas, como en mayor medida, La Fuente el Sol, son los espacios más fuera de la ley de la ciudad. Y eso es algo que debemos conservar.
Habrá más noticias.
Gracias por aguantar el raca raca…
URL 03.03.08 @ 17:11
Comentario de: disckreto [Member]
el 23 de noviembre hay una planta-acción en las contiendas con motivo del día de los bosques autóctonos... una serie de colectivos de valladolid harán una plantación de quejigos, encinas, almendros, rosal silvestre, espino albar, endrino y otros matorrales y habrá un grupo de músicos folk tocando en directo.
Mas que nada se trata también de recordar al Ayuntamiento los planteamientos y peticiones de los diferentes colectivos con motivo de la famosa consulta popular la pasada primavera y que según Tragsa y otras fuentes "habían sido tenidas muy muy en cuenta" y que se resumen en que se ajusten a una actuación puramente forestal y se dejen de casetas, jardincines que nadie cuida, auditoriums y demás barbaridades que expusieron los agentes de Tragsa en el anteproyecto de marras

radio cerro de las contiendas en directo...
URL 06.11.08 @ 18:19
Comentario de: Ramiro_Xolocotzi [Member]
Hola, me presento con ustedes soy Ramiro Flores Xolocotzi, el autor del artículo que citan. Antes que nada saludos desde la Ciudad de México y bueno me gustaría sólo con fines de curiosidad saber cómo va el Proyecto del Parque Forestal Cerro de las Contiendas, ¿En qué estado se encuentra el Proyecto?
Les mando muchos saludos desde México y gracias por su atención
Ramiro Flores Xolocotzi
URL 12.12.08 @ 07:35
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