Y, sin embargo, titilan.
Se llama Ley 8/2013, de 26 de junio, de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas. Como todo ahora, se ocupa de recordarnos que vivimos una crisis, no solo coyuntural sino estructural. Dice su preámbulo que la tradición urbanística española (¿desde qué año han contado?) se ha ocupado de la producción de nueva ciudad en lugar de orientarse hacia el tejido urbano existente, ya que obviamente esto es mucho más complejo y entonces ni sabíamos ni nos preocupaba, pobres urbanistas. Pero (prosiguen impartiendo doctrina) nuestra recuperación económica pasa por la adopción de un nuevo modelo, sostenible e integrador en lo ambiental, social y económico: por eso hay que volcarse en la rehabilitación, la regeneración y la renovación urbanas. Y dado que el marco normativo heredado (desde los reyes godos) presenta obstáculos para garantizar la viabilidad técnica y económica, no ha quedado más remedio que hacer esta Ley para superar lo que ponen esas otras leyes malas, que de todos modos solo se tocan un poquito de nada. Ello además habrá de beneficiar al sector turístico, nuestro paradigma, cuyas instalaciones necesitan cuidado, especialmente (esto no lo pone, pero….) las que se erigieron sobre las riberas del mar, recién amparadas por otra ley que corrige a otra más, de las que protege lo que nos mata, porque eso nos hace fuertes (¿leerán a Nietzsche? ¿leerán algo en absoluto?).
Somos el aire.
En 1936 el presidente turco Mustafa Kemal Atatürk encargó al arquitecto urbanista Henri Prost el trazado del modelo territorial de la ciudad. Su imagen se concretó en 1939, presidida por un imponente parque que se extendía a lo largo de 30 hectáreas buscando el Bósforo desde una posición central y que entonces se denominó el Parque nº 2. Su construcción concluyó cuatro años después, gozando de una intensa acogida por parte de los ciudadanos.
Con el tiempo, la extensión del espacio verde fue disminuyendo paulatinamente en favor de grandes instalaciones hoteleras y ocupaciones de carácter terciario, hasta quedar reducida a menos de la mitad: la plaza de Taksim y el parque de Gezi. Pero Estambul, una de las aglomeraciones urbanas más importantes del entorno europeo, apenas dispone del 1,50% de superficie reservada a zonas verdes, lo que viene a representar un indicador miserable para el núcleo con el más intenso crecimiento demográfico del continente en la última década, y en estos momentos objetivo inmobiliario deseado por el sector privado mundial.
Por eso llegaron las máquinas.
Marca 1-1-7.
La Fundación Knight tiene como fin la promoción de las ideas e iniciativas que fomenten el periodismo de calidad, la innovación en los medios de comunicación y la extensión más cabal de la participación de los ciudadanos. Esta acción se desarrolla constantemente desde 1940, bajo la firme convicción de que la democracia crece sana cuando el pueblo se encuentra debidamente informado y comprometido con ésta.
Salvados: ahora ya solo arrasarán los alrededores.
El Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados presentó el pasado 27 de febrero ante la Comisión de Defensa una Proposición no de Ley sobre la información de instalaciones sensibles para la Seguridad Nacional obtenida de satélites cartográficos, y accesible a través de fuentes abiertas o de acceso limitado. Toma ya.
Zugzwang.
A propósito del Debate del estado de la Nación (española), y aprovechando un oportuno rescate de Luis Garicano, extraemos algunos párrafos de la conferencia impartida por Joaquín Costa en el Círculo de la Unión Civil y Mercantil de Madrid el 3 de enero del 1900. Solo por si acaso.
“En una cosa estamos de acuerdo los españoles; así los conservadores, que lo han dicho por boca del señor Silvela, como los liberales, que lo han declarado por labios del Sr. Maura; así los republicanos, que lo han dicho por órgano del Sr. Pi Margall, del Sr. Azcárate, como las clases llamadas neutras, que lo han expresado por órgano de la Liga Nacional de Productores. Esa afirmación que hacen cuantos se preocupan de la reconstitución y suerte futura de la Patria es que, para que ésta se redima y resurja a la vida de la civilización y de la historia, necesita una revolución , o lo que es igual, tiene que mudar de piel, romper los moldes viejos que Europa rompió hace ya más de medio siglo, sufrir una transformación honda y radical de todo su modo de ser, político, social y administrativo, acomodar el tipo de su organización a su estado de atraso económico e intelectual y tomarlo nada más como punto de partida, con la mira puesta en el ideal, el tipo europeo.
¿¿Estamos o no estamos todos en la misma barca?? (Quino)
Luis Garicano, catedrático de Economía y Estrategia de la prestigiosa London School of Economics, escribe estos días en relación con una nota del analista de banca Santiago López, publicada en octubre de 2006, cuando trabajaba en Credit Suisse. Comenta con acierto Garicano que la nota deja pocas dudas de lo que estaba claro en ese momento y lo que no, y clarifica las responsabilidades de los que tuvieron que tomar decisiones para evitar lo que ha pasado, y no las tomaron, y de lo que al pueblo le preocupaba el tema mientras el “contubernio” (cajas, políticos locales y regionales, constructores) generaba “beneficios” para todos. Nos quedamos con el cuerpo principal de lo que podría ser el despacho de un desastre, emitido con la fuerza de quien chilla asfixiado, elocuente en el silencio y vapor que se siente rompiendo los puntos y seguidos. La revisión de la traducción del inglés es nuestra.
Huracán. Ricard Castells.
Es probable que podamos reconocer aquí una de las grandes fuerzas de la naturaleza, la misma que convierte el orden en desorden, la juventud en vejez, la que apaga la vida con la muerte…¿Por qué lo hiciste? ¿Te dabas cuenta de que estabas cometiendo un delito?...Las respuestas a estas dos preguntas, o bien a otras similares, son muy semejantes entre sí…todas vienen a decir esencialmente lo mismo: lo hice porque me lo mandaron; otros (mis superiores) han cometido actos peores que los míos; dada la educación que he recibido y el ambiente en que he vivido no podía hacer otra cosa; si no lo hubiera hecho yo, lo habría hecho otro en mi lugar, con más brutalidad.
La verdad es una buena historia.
El 15 de marzo de 2012 la prestigiosa periodista Soledad Gallego-Díaz ofreció una conferencia con motivo de la inauguración del 26º curso de la Escuela de Periodismo EL PAÍS-Universidad Autónoma de Madrid. Esta fue nuestra lectura:
Rasar.
Arrojada la semilla a la tierra preparada, encomendamos la cosecha al señor del trigo y la guadaña, hijo del cielo y la tierra. Desatamos las cintas de lana que ciñen sus pies de marfil en el templo (dice Macrobio que libres para brotar como el germen que se abre a la luz en el décimo mes), y pedimos a su diosa consorte que vele por la abundancia, y que nuestro trabajo sea de provecho, porque sagradas son estas labores. Realizamos las ofrendas y nos encomendamos a la ciudad y sus protectores.
Vamos
Hablaremos mediante palabras de llamada, las que resumen las ponencias o colaboraciones en foros y revistas especializadas, o las de la prensa digital, con esas voces sin escala que se acumulan al margen. Hacen como si se rizaran sobre un estanque, emergiendo de unas páginas despojadas por el viento.
Contornos
Se anuncia agrimensor en un afiche de 1850 en las calles de Concord, Massachusetts: "TRABAJOS DE TOPOGRAFÍA. De todo tipo, siguiendo las mejores técnicas; ofreciendo los datos más fiables, de manera que los límites de las fincas sean cabalmente descritos en los testamentos; reconocimiento y planificación de actividades de forestación; replanteo de carreteras, etc., etc. Se aportan los planos precisos de las fincas, incluyendo las edificaciones con independencia de su tamaño (incorporando escala en pies) a los efectos de su integración en el Diario de la Finca, todo ello con la definición suficiente como para que sea posible trabajar la tierra al ocaso de los días de invierno. Se garantiza la exactitud de las mediciones, dándose las referencias del replanteo a fin de habilitar futuras comprobaciones. Acudir a Henry D. Thoreau (sello y firma)".
A los que resistieron
En el principio fue la radio. Probablemente a la vez de que se inventaran los gatos, pues ambos empezaron a acudir por las noches de entonces. Con los ojos apaisados sobre el tablero de dibujo, se nos daban los gestos de la tierra y su firmamento en oraciones colmadas de canciones, libros, pantallas y escenarios: fragancias de la libertad.
Y también decían de sucesos y acontecimientos, sobre héroes y tumbas, o del súbito agotamiento de los matices del albero, el tiempo.
Tiempo después, cumplida la garantía de los gatos, acariciamos la luz del día con Chris Stevens en la KBHR de Cicely, guiando los sentidos por Shakespeare, Jung o Sendak. Los ecos del rumor apropiado, o del soñado, los marcaban Benny Goodman, Irving Berlin, Sondheim, Astrud Gilberto, muchos. Café y anhelo llegaron a ser la misma cosa.
Liberación
Cuenta Ahmed Zaazaa que el conocido semanario egipcio Al-Ahram representó una vez a Midan al-Tahrir como el hogar de los edificios más importantes de El Cairo, señeros testigos del brote de cada titular de la prensa local, y de ahí al mundo. Todo lo que acontece en Tahrir se traslada de inmediato a la conciencia nacional. Otros medios, como Cairo Times, tampoco fueron ajenos a esta circunstancia, sentían la plaza como un espacio agitado, el pulso del estado de ánimo de la ciudad: Campo de Marte (referencia obligada a un París antaño anhelado), o explanada estalinista. En cuanto el poder quería exhibir sus galas o artificios, elegía la pasarela obsidional de al-Tahrir.
No hace tanto, dedicábamos algo de tiempo al negocio intelectual. Ejercicios tales como encajar Fallingwater en una parcela de 325 m2 (hubo quien consiguió firmarlo). Fue cuando se consiguió traer el campo a la ciudad, o algo así, si atendemos a la de trifulcas que se suscitaron en estrados por la insuficiente dimensión de las plazas de garaje: el todoterreno, lisa y llanamente, no cabía. Menos mal, el legislador reaccionó con diligencia y reconstruyó (tras el correspondiente derribo) nuestro roñoso sistema normativo para adecuarlo a un nivel tecnológico al que, decían, éramos acreedores. Y si no, que se lo pregunten a los bancos.
Gánsteres de ayer y hoy en el mercado inmobiliario
En 2003 publicamos un artículo titulado “Mafia inmobiliaria y modelo de ciudad” (Página abierta, nº 141, especial sobre “Urbanismo, corrupción y negocio inmobiliario”, octubre de 2003), complementado en el número siguiente con “Rutinas urbanísticas” (Página abierta, nº 142, del mismo 2003). Se advertían allí algunos rasgos mafiosos en el comportamiento de ciertos grupos inmobiliarios, y se indicaban varias formulaciones de la gestión urbanística que lo facilitaban. El pasado año se reeditó en castellano la vieja Balada de Al Capone, de Hans Magnus Enzensberger (Madrid, Errata naturae ed., 2009; original alemán de 1964), que han subtitulado ahora “Mafia y capitalismo”. Nos ha parecido interesante recoger algunas de sus sugerencias.
Un comentario del último libro de Sofsky
Lo mejor, sin duda, es el epílogo. La última publicación en castellano de Wolfang Sofsky, Defensa de lo privado (Valencia, Pre-textos, 2009) es un libro muy interesante. Trata sobre multitud de asuntos; desarrollados unos con mayor poder de convicción que otros, pero en todo caso sin perder el hilo, una argumentación que expone de forma muy clara en torno al valor de la privacidad y sus amenazas. Resulta convincente. No obstante, donde alcanza más vuelo, más intensidad y vigor, no es en ninguno de los capítulos del cuerpo del libro, sino en el apéndice final donde se traduce el epílogo a la edición alemana de bolsillo. Veamos un resumen de las tres ideas principales que recorren el libro, de evidentes implicaciones urbanísticas.
Trasladando ideas de Víctor Pérez-Díaz al urbanismo
Hace algunos años colaboramos en un libro titulado precisamante así, El malestar urbano en la gran ciudad (Madrid, Talasa, 1998). No querríamos insistir sobre esa palabra, pero la reciente aparición del último libro de Víctor Pérez Díaz, El malestar de la democracia (Barcelona, Crítica, 2008), nos ha impulsado a volver sobre ella. Pero esta vez acompañando a democracia, un término casi tan antiguo como las ciudades mismas. Y que como ellas nos sigue marcando. Según el autor no sólo es exagerado decir que hemos entrado en una nueva época “postdemocrática”, sino que “ni siquiera estamos saliendo del gran ciclo histórico que empezó hace veinticinco siglos” en Grecia. Es verdad que la democracia está en crisis, “pero dudo de que haya dejado nunca de estar en ella; le es consustancial, pienso –dice Pérez-Díaz-, el ser frágil y precaria. De aquí el drama, inevitable, y con el drama, el toque de inquietud, malestar y esperanza que acompaña la anticipación de los varios desenlaces posibles de este drama”. Intentemos entender algo del desorden que nos rodea. (Pero pongamos algo de música).
Un sistema de gestión de los barrios comerciales que está a punto de llegar a España
En el último número de la revista Papeles de relaciones ecosociales y cambio global (nº 101, 2008) se publica un artículo de Helena Villarejo sumamente interesante (que reseñamos y resumimos a continuación con cierta extensión). Se titula “Espacios públicos gobernados privadamente”, y se refiere a los Business Improvement Districts, los BID que tanto se han difundido en los centros urbanos de numerosas ciudades y que amenazan con incorporarse rápidamente a nuestro paisaje urbano, quizá bajo la denominación de “Centros Comerciales Abiertos” (defendidos en el programa electoral del PSOE de 2008). Suponen de alguna manera la muerte de la calle.
Apuntes sobre las condiciones económicas y sociales del desarrollo de esta ciudad-estado
Hace menos de un año se ha presentado en público un ambicioso proyecto, Masdar, firmado por Norman Foster, que se ofrece como ciudad modelo por ser "la primera con cero emisiones de gases de efecto invernadero y cero desperdicios". Se levantará en uno de los Emiratos Árabes Unidos. Y hace unas pocas semanas, otro proyecto en un enclave próximo, esta vez suscrito por Rem Koolhaas y denominado Waterfront City: "una isla urbana con ambición ecológica que permitirá prescindir del coche". Pero ¿de dónde proviene la pujanza de Dubái?: del blanqueo de dinero. “Dubái es el mayor centro de blanqueadores de dinero del planeta”, nos dice el periodista de The Guardian y de la BBC Misha Glenny en su monumental McMafia. El crimen sin fronteras (Barcelona, Destino, 2008; las citas posteriores proceden de los capítulos 6 y 7). Y surgen algunas preguntas obligadas: ¿Es lícito separar los resultados del origen? ¿Interesa estudiar por un lado la ciudad y por otro, desvinculadamente, el crimen en que se funda? ¿Es indiferente la explotación de la mano de obra con que se construye?
Por la superación del orden religioso en las ciudades
Las ciudades únicamente pueden prosperar si, además de ofrecer seguridad e impulsar la economía y el comercio, “ordenan e inspiran a la vez las complejas naturalezas de las masas que congregan”, según opinión de Joel Kotkin en su curiosa síntesis sobre La ciudad. Una historia global (Barcelona, Debate, 2006). Un libro escrito con el único objetivo de “incitar al lector” a “explorar en los fundamentos de la experiencia urbana”. Pues exploremos.
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