eLiminar.
Es una foto de paisaje, no hay nada fuera de lo normal, la luz y su tiempo se sostienen intocados, al menos es lo que se aprecia. Pero justo ahí no hace tanto se divisaban los contornos de varias poblaciones palestinas. Quienes hacen crónica de la visita aseguran que no hay manera, aun conociendo bien el lugar, de hallar ningún testimonio de poblamiento.
Más Producto Interior Bruto.
Desde 1967 Israel ha establecido unos 150 asentamientos sobre Cisjordania (residenciales y en menor medida otros usos), además de 100 puestos de avanzada "no autorizados". La población de colonos ha alcanzado los 500.000, creciendo durante la última década a una tasa anual del 5’3% (frente al 1’8% de la población total israelí). La demanda no cesa, y los procesos de planificación, gestión, urbanización y construcción de viviendas se solapan del entusiasmo al delirio, exigiendo una y otra vez más suelo a incorporar. La pregunta es ineludible: ¿cómo han conseguido resultados tan prodigiosos? ¿Qué tan sofisticadas como eficaces técnicas se han aplicado en estas espectaculares acciones de desarrollo? Siendo como es nuestro propósito aprender y compartir, vamos a intentar verlo.
Huasipungo es el pequeño lote de tierra, estéril arenal del páramo andino, que el amo entregaba al indio para labranza o pastoreo. Durante cinco siglos éste se resignó a trabajar bajo la ilusión de ser algún día redimido, entregando todo beneficio a su caritativo latifundista. Dentro de la parcela se localizaba su espacio de habitación: una choza. Si el indio destacaba en su afán productivo, era recompensado con la opción de doblarse sobre tierras más fértiles.
La ciudad en el contexto de Wilkinson y Pickett
Como sabemos, una de las principales funciones del urbanismo alude a la igualdad, pues uno de sus objetivos básicos es procurar el equilibrio entre las distintas áreas de la ciudad. De ahí que nos interesen especialmente un par de publicaciones recientes: por un lado, el capítulo de María José Bernuz (“Igualdad –y diferencia-“) en A. García Inda y C. Marcuello, coords., Conceptos para pensar el siglo XXI (Madrid, Catarata, 2008); y por otro el libro de R. Wilkinson y K. Pickett, Desigualdad. Un análisis de la (in)felicidad colectiva (Madrid, Turner, 2009). Veamos las notas que hemos tomado de ambos.
Leyes sobre el derecho a la vivienda que no consideran la vivienda como un derecho
En los últimos años se están aprobando en distintas comunidades autónomas españolas (Cataluña, Navarra –una ley de bolsillo-, Andalucía; y en trámite al menos en Castilla y León o el País Vasco) leyes expresivamente denominadas “del derecho a la vivienda”. ¿Cumplen la promesa de su título?
Notas urbanísticas sobre Identidad y violencia
Leer a Amartya Sen es oír lo mismo una y otra vez. Repite las cosas a cada momento para asegurarse de que queden claras. Y se agradece. Si se hiciese un ránking de los conceptos que más reitera en su libro sobre Identidad y violencia (Buenos Aires, Katz, 2007) el primer lugar lo ocuparía éste: “La insistencia en una singularidad no elegida de la identidad humana no sólo nos empequeñece a todos, sino que hace que el mundo sea mucho más inflamable. La alternativa al carácter disgregador de una categorización de ese tipo no consiste en afirmar que todos somos iguales. No lo somos. En cambio, la principal esperanza de armonía en nuestro mundo atormentado reside en la pluralidad de nuestras identidades, que se cruzan entre sí”.
Un disparatado debate sobre la superficie mínima de la vivienda
En Vic pretendían negar el empadronamiento a los inmigrantes “sin papeles” por no tener papeles. Obviamente son unos burócratas. Por el contrario en Torrejón de Ardoz, que no somos burócratas sino científicos, se lo negamos a quien pretenda vivir hacinado, porque es malo para su salud. Para lo cual hemos debido resolver una larga y difícil controversia científica sobre la superficie de vivienda a partir de la cual ya no estamos hacinados (Alá aprieta, pero no ahoga): 20 metros cuadrados de superficie de vivienda por habitante. De manera que no negamos el empadronamiento por xenofobia (temor al extranjero), sino por xenofraude (engaño al extranjero).
Comentario al libro de Jesús González Pérez sobre El derecho a una vivienda digna en la Ley del Suelo de 2008.
Hemos oído a Tomás Ramón Fernández presumir alguna vez de ser el responsable (el autor intelectual, por decirlo de alguna forma) de la Ley del Suelo de 1998. Y nos llamaba la atención la enorme simpleza de los argumentos que ofrecía para justificar el “todo urbanizable” que en aquella ley se planteaba. Ya saben: oferta y demanda, más suelo, menos precio. Es una pena que personas tan valiosas en su especialidad (el derecho administrativo) sean tan poco exigentes al hablar de otras materias que evidentemente no dominan, y consideren sus prejuicios como doctrina. Algo parecido sucede ahora con González Pérez al hablar de urbanismo (en El derecho a una vivienda digna en la Ley del Suelo de 2008, Madrid, Fundación Registral, 2008): “El problema de la vivienda –dice- se vincula a la escasez de suelo. Hablar del problema de la vivienda es hablar de la falta de suelo apto para edificar”. Vaya por Dios, y nosotros sin enterarnos.
Ante la negativa a empadronar a los inmigrantes “sin papeles”
Los tres partidos del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Vic (CiU, PSC y ERC) han aprobado no empadronar en la ciudad a los inmigrantes “sin papeles”. La fascista Plataforma per Catalunya (PxC), segunda fuerza local, apoya la medida sin reservas. Entre las patéticas declaraciones de los concejales hay que destacar las de los ediles de Esquerra, que aseguran no dejarse llevar por los extremismos de "los que reclaman liquidar a los inmigrantes y los que abogan por abrir completamente las puertas". No sabíamos que eran de centro. Y menos aún cuando se define esa posición como el término medio entre actuar contra los inmigrantes y hacer como que no están, entre lo inhumano y lo indecente.
De un poema de José Emilio Pacheco
Uno de los poemas del último libro de José Emilio Pacheco, Como la lluvia (Madrid, Visor, 2009), titulado "En la acera", reitera con palabras la imagen que nos dejó Fernando Fuentes para usarla como referencia de algunos trabajos sobre ciudad y derechos humanos. Es un tema recurrente, la hierba que brota en las peores condiciones y resiste las agresiones. Una imagen que nos pareció representativa de lo que llamábamos "el último ciudadano" y que ahora encontramos entre los versos de Pacheco. Veamos un fragmento de aquel poema.
Enseñanzas de la “redacción a la desesperada” en la Asamblea Nacional francesa de 1789
Es curioso ver cómo se debatió en Francia para implantar los derechos humanos. Lo cuenta un libro de reciente aparición, de apasionante lectura: Lynn Hunt, La invención de los derechos humanos (Barcelona, Tusquets, 2009). En enero de 1789, varios meses antes de la toma de la Bastilla, el marqués de La Fayette preparó el borrador de una declaración. Probablemente con la ayuda de su amigo Thomas Jefferson. Pero finalmente no sería una persona quien diese forma al documento definitivo, sino una comisión de 40 diputados. Nada menos que 40, que llegaron a preparar un texto con 24 artículos. Y el 20 de agosto de ese mismo año comenzaron los debates en la recién creada Asamblea Nacional. Se preparó un buen follón.
Nos interesa destacar el artículo 22 de la Declaración de Derechos Humanos de 1948: "Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad". Sí. Debemos repetirlo: "Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad". Otra vez: "derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad". ¿Cuántas veces habrá que decirlo?
De la ciudad del príncipe a la del último ciudadano
El texto que figura a continuación corresponde a un artículo sobre ciudad y derechos humanos, titulado “Tres ciudades (una parábola)”. Fue publicado en el número 7 de Perspectivas urbanas, y aquí puede verse en versión original.
Artículo de P. Gigosos y M. Saravia, publicado en la revista En taquilla
Hay muchas ofertas interesantes. Veamos algunos anuncios y noticias de distintos medios de comunicación, que tienen que ver con diferentes elementos de la ciudad, sus componentes y su tecnología.
Un ejemplo de actuación residencial en Chile (texto de Rafael Ruipérez)
Un ejemplo del nuevo papel que los pobladores han adquirido con las últimas reformas de los programas públicos de vivienda en Chile, concretamente en los del Fondo Solidario de Vivienda, lo encontramos en la comuna (municipio) de Renca, perteneciente al área metropolitana del Gran Santiago.
La nueva era de la política de vivienda en Chile (texto de Rafael Ruipérez)
Chile es quizá el país de América Latina que cuenta con la política de vivienda más consolidada y más focalizada y diversificada. Una política compuesta por varios programas diferenciados que data de tiempos de la dictadura, pero que desde el restablecimiento de la democracia, con los gobiernos de la llamada “Concertación”, ha ido creciendo y adaptándose a las circunstancias y realidades del país.
Críticas a la ley del suelo de 2006 desde la perspectiva de los derechos
Se cumple ahora un año desde la entrada en vigor de la nueva ley de suelo, elaborada por el gobierno socialista (Ley 8/2007, de 28 de mayo). Qué desperdicio. Qué ocasión perdida. Qué pesadez con vincular derechos y deberes.
Un texto introductorio de Manuel Correa, Director del Observatorio de la Seguridad de Madrid
Habitualmente las presentaciones, prólogos e introducciones de los libros de actas de congresos suelen ser más bien pesadas. Pero aquí tenemos una excepción. El texto introductorio de Manuel Correa Gamero es muy útil, y da cuenta, de forma muy sintética, de la situación en que se encuentra el debate sobre las relaciones entre urbanismo y seguridad. Más adelante comentaremos otros trabajos de la misma publicación (Ciudades, urbanismo y seguridad, Ayuntamiento de Madrid, 2007), pero centrémonos ahora en una de las cuestiones críticas: la seguridad subjetiva.
Por la superación del orden religioso en las ciudades
Las ciudades únicamente pueden prosperar si, además de ofrecer seguridad e impulsar la economía y el comercio, “ordenan e inspiran a la vez las complejas naturalezas de las masas que congregan”, según opinión de Joel Kotkin en su curiosa síntesis sobre La ciudad. Una historia global (Barcelona, Debate, 2006). Un libro escrito con el único objetivo de “incitar al lector” a “explorar en los fundamentos de la experiencia urbana”. Pues exploremos.
La ciudad es un arma
La ciudad, antaño bien defendida, es hoy todo vulnerabilidad. La historia de las murallas que la protegían de eventuales ataques exteriores es bien conocida. Formaban parte de su misma constitución, y hasta de su nombre (en muchas lenguas se denomina de la misma forma, o al menos con idéntica raíz, muralla y ciudad).
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